viernes, 18 de mayo de 2012

Calibrar el monitor

Un proceso básico en la vida de cualquier profesional del sector gráfico es poder visualizar correctamente los colores en su monitor. Y no hablo de que el rojo se vea rojo, sino exactamente que se vea en su rojo real y no otro. Monitores los hay de gran calidad, pero también los hay que dejabn mucho que desear. cualquiera que sea el que utilicemos, es primordial el ver los colores correctamente en él o, al menos, lo más fiel posible.

La forma de conseguirlo es linealizando o calibrando nuestro monitor. Con ello lo que conseguimos es que nuestro monitor no nos ofrezca una imagen amarillenta o azulada (por ejemplo), sino que cuando tengamos una pantalla blanca se vea como si hubiese aparcido la muchacha del futuro del anuncio de la lejia neutrex dándole con un pañito a nuestro monitor dejando un blanco inmaculado. Lo que vendría a ser el balance de blancos en fotografía, pero algo más avanzado. ¿Cómo? Mediante un sistema de hardware y software que nos desarrolle un perfil de color único para el monitor con el que trabajemos y, así, pueda verse exactamente igual a como debería ser (aunque siempre existirán alguna limitaciones, especialmente dependiendo del gamut que permite visualizar nuestro aparato).

Este perfil, llamado perfil ICC, nos permitirá corregir las variaciones de nuestro monitor con respecto al color que debería verse, mostrándolo correctamente y ahorrándonos muchos sustos.
Con los antiguos monitores de tubo (CRT) este proceso se podía realizar con software sólamente y a ojímetro (a ojo, de toda la vida), con Adobe Gamma o similar, junto con otros programas que nos desvelaban las virtudes y defectos para que nosotros pudiéramos ponerle remedio y obteniendo unos resultados muy decentes. Pero los nuevos monitores LCD lo complican todo, haciendo necesario un colorímetro por hardware.

Los monitores de alta gama para Artes Gráficas suelen traer un colorímetro con el cual el usuario (o sea, nosotros) tengamos la posibilidad de linealizar periódicamente nuestra pantalla, pero como no suele ser lo habitual dado su alto precio creo que será más interesante el usar un colorímetro tipo Eye One de X-Rite (o incluso el Pantone Huey que a fin de cuentas es el mismo fabricante) o Spyder, algo más económico de Datacolor. Para aquellos que tengáis monitores con retroiluminación LED también es útil.


En mi caso suelo utilizar portátiles para mi trabajo, por aquello de facilitarme el desplazamiento con ellos. En concreto uso dos Packard Bell bastante decentes y que me dan un buen resultado. Me pilló la crisis en un momento económico así así y, desde entonces, son mis herramientas. Antes de que nadie me salga diciendo que sino lleva una manzanita de logo o tiene líneas modernas de Vaio no vale para trabajar con él, diré que sí que sirven. Y con la pantalla calibrada seguramente sirva de mucho más que cualquier tope de gama de serie. Así que todo este ejemplo lo llevaré acabo con uno de los dos Packard.

Hace unos años trabajé en un departamento donde había varios Spyders y Eye Ones en una caja tirados cual ratones anticuados, sobresaliendo los cables por fuera. Su uso era casi anecdótico, y las características por entonces no iban más allá de poder usarse para un monitor CRT y los LCD que estaban implantándose entonces. De portátiles mejor ni hablamos, porque no eran usados más que para tareas poco especializadas.

Sin embargo y para sorpresa mía, apareció un Eye One Match 3 (o también llamado i1 Display Pro) en mi vida que sí que incorpora esta característica. ¡Qué maravilla! Y yo que tenía todo esto abandonado... Es que un precio de ntre 150 y 200 euros se escapa de mis posibilidades y estoy acostumbrado a usar el ojímetro.

Pero antes que nada hay que dar unas recomendaciones antes de usar este sistema: dejar el monitor encendido para que se estabilice en temperatura y brillo (con unos 20-30 minutos servirá), limpiar el monitor de polvo y suciedad y si utilizar calibración por software nada más, desactívala. Igualmente si tu monitor permite cambios de brillo o similares por botoncitos, devuelve la configuración a la base que te venía de fábrica.


El proceso es simple, muy simple. Primero hay que instalar los drivers de uso, en mi caso con Windows Vista funcionó perfectamente, al igual que con Windows 7. Una vez acabado, reinicias y enchufas el colorímetro a cualquier puerto USB libre. Ejecutas la aplicación propia de GreatgMacbeth para este dispositivo Match 3 y comienza el show, aunque realmente es el software el que te guía en todo el proceso.


El colorímetro es del tamaño de un ratón, con un sensor en su parte inferior y rodeado de pequeñas ventosas al estilo de un pulpo. Habrá que colocarlo sobre la pantalla, en cualquier parte de ella y ejecutar el proceso del software. Éste, primeramente, localizará la posición del colorímetro y, posteriormente, mostrará cuadros de color para poder corregir la curva de visualización del monitor. Son apenas 2-3 minutos los que lleva todo el proceso. Y hay que amarrarle bien el cable al monitor ya sea con el clip que suelen traer o por algún tipo de chapuza porque a pesar de tanta ventosa no es que se quede demasiado pegado.




Al acabar, se te dará la posibilidad de cambiar el nombre del nuevo perfil o asignar el que trae por defecto con la fecha de creación. También nos dará opción a recordarnos periódicamente la creación de un nuevo perfil, ya que el desgaste del monitor por su uso hace necesarias correcciones entre 1 y 4 semanas de manera cíclica, en un entorno de un uso constante de la pantalla. Es el mismo software el que nos aplicará el nuevo perfil y, desde este momento, podrás ver con mayor fidelidad los colores en tu monitor. Lo recomendable suele ser linealizar tu monitor cada 250-300 horas de uso.

En mi caso los grises compuestos ahora muestran fielmente su componente rojo (predominante magenta en impresión) cosa que antes no ocurría. Antes lo tenía en cuenta a la hora de trabajar en mis proyectos de forma teórica, pero ahora puedo verlo en mi propio monitor.

Mi agradecimiento a Antonio Belizón de Ingrasa por algunas correciones en el texto. Ha prometido buscarme un manual para la calibración a ojímetro de los CRT que funciona a las mil maravillas. ¡Habrá que esperar!

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