viernes, 27 de agosto de 2010

Cojines con poca tinta


Durante la carrera o en el instituto, lo que más temíamos antes de la entrega de un proyecto era que la tinta se empezara a acabar y dejara esos degradados tan característicos en mitad de un dibujo o una imagen, no tanto por tener que repetir esa lámina, sino porque había que ir a comprar tinta, y el tiempo no es algo que suela sobrar a horas de la fecha límite de entrega. Y además, dónde compras un cartucho de tinta de madrugada (cosas de dejarlo todo a última hora).

A Thomas Dabner le habrá sucedido en más de una ocasión y ha decidido diseñar estos cojines con poca tinta, para que cada vez que los veamos recordemos esa sensación de frustración y no se le olvide comprar recambios.

Están disponibles en los tres colores de tinta (cian, magenta, amarillo y negro) e incluso tienen un pequeño detalle en forma de la típica hoja de prueba que realizan las impresoras cuando cambiamos el cartucho. Dependiendo del tamaño cuestan entre 20 y 25 euros cada uno. Un poco caros, pero ideales para el sofá de la oficina o el despacho.

Otro artilugio más que añadir a la lista de compra de todo diseñador, por aquello de querer ser diferentes y al final acabamos siendo iguales. ¡Viva la igualdad!

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